Es bien sabido que la genética influencia varias características físicas. Algunas de las más evidentes son el color de los ojos o del pelo, así como la altura.

Pero a menudo se pasa por alto que la genética juega un papel muy importante en la respuesta del cuerpo al entrenamiento con pesas. Debido a sus genéticas, algunos obtienen ganancias superiores de fuerza y músculo mientras que otros tienen ganancias inferiores, incluso cuando emplean programas de entrenamiento idénticos realizando los mismos ejercicios y utilizando el mismo número de series y repeticiones.

He aquí algunos de los factores genéticos que determinan la respuesta al entrenamiento:

1) Proporción Músculo-Tendón

El potencial de un músculo para aumentar su tamaño se relaciona con la longitud de su vientre y su tendón. Si todo lo demás es igual, aquellos que tengan vientres musculares más largos y tendones más cortos tendrán más potencial para alcanzar tamaño muscular que los que tienen vientres cortos y tendones largos.

El dramático impacto de la proporción entre músculo y tendón se puede observar en la fotografía de arriba en la cual dos personas contraen sus gemelos. Podemos notar que la longitud de sus piernas es aproximadamente la misma, pero la longitud de los vientres musculares y tendones son muy diferentes. La persona a la derecha tiene vientres musculares mucho más largos y tendones más cortos que la persona de la izquierda.

2) Fuerza

Los músculos más grandes tienen una mayor área transversal. Esto significa que tienen un mayor número de filamentos de proteína y puentes transversales, por lo que la capacidad para producir fuerza aumenta. Por tanto un músculo mayor (en términos de su área transversal) es también un músculo más fuerte. Los individuos con vientres musculares largos tienen el potencial de ser bastante fuertes.

3) Longitud de Palancas y Proporciones Corporales

Algunas personas tienen ciertas proporciones o longitud de huesos que les dan una mejor palanca a la hora de levantar pesos y un potencial mayor para aumentar la fuerza que otros individuos.

Esto puede verse fácilmente en el powerlifting. Las palancas favorables y las proporciones corporales en el press de banca son un pecho ancho y brazos corto (conocidos como brazos de caimán), mientras que las longitudes favorables de palanca y proporciones corporales en la sentadilla y el peso muerto son un torso corto, caderas anchas y piernas cortas. Además para el peso muerto ayudan los brazos largos.

Si todo lo demás es igual, las personas que tienen palancas y proporciones corporales favorales tienen mayor potencial de fuerza en ciertos ejercicios porque no tienen que mover el peso tanto como aquellos que tienen palancas más desfavorables.

Un ejemplo clásico de longitud de extremidades y proporciones corporales deseables para el powerlifting es Andrzej Stanaszek de Polonia. Por definición Satnaszek sería un enano, ya que tiene brazos y piernas muy pequeños. Sin embargo estableció records en 2003 haciendo sentadilla con 300 kg y press de banca con 182 kg. Todo ello con un peso corporal de 51 kg.

Andrzej, un gigante sentadilleando

Sin embargo para el peso muerto favorecen los brazos largos. En una competición en 1988, Lamar Gant estableció un record mundial al hacer peso muerto con 310 kg en un peso corporal de 60 kg. Sus brazos eran tan largos que casi podía rascarse las rodillas sin inclinarse.

Otra forma de verlo es la siguiente. Considera dos individuos que tienen que levantar 100 kg en el press de banca. Debido a la longitud de las extremidades y proporciones del cuerpo, supongamos que el levantador A tiene que mover el peso una distancia de 50 cm mientras que el levantador B tiene que moverlo una distancia de 55 centímetros.

El trabajo se define como fuerza por distancia. El levantador A tendrá que realizar un trabajo de 5000 cm/kg mientras que el levantador B tendrá que realizar un trabajo de 5500 cm/kg para levantar el mismo peso. El levantador A tiene mayor palanca que el B y siendo todo igual tendría un mayor potencial para la fuerza.

4) Inserción de los Tendones

Cuanto más lejos se inserte el tendón del eje de rotación, mayor es la ventaja biomecánica y el potencial para la fuerza. Pensemos en dos individuos que tengan que sostener 20kg en su mano a una distancia de 30 cm de sus codos mientras sus antebrazos están paralelos al suelo y formando un ángulo de 90 grados en el codo.

Supongamos que el levantador A tiene un tendón del bíceps que se inserta en su antebrazo a 3 cm de distancia de su codo el levantador B tiene un tendón del bíceps que se inserta en el antebrazo a 2,5 cm de distancia de su codo.

Esto forma una Palanca de Tercera Clase:

En este ejemplo la fuerza necesaria para sostener el peso en posición estática puede calcularse usando la ecuación FP x B1 = FB x B2. Como la fuerza que queremos saber es la que tiene que hacer el bíceps (FB), despejando la fórmula que nos queda es la siguiente (FP x B1)/B2 = FB. Para nuestros dos sujetos tenemos que:

Sujeto A: (20 x 30) / 3 = 200 kg de Fuerza

Sujeto B: (20 x 30) / 2,5 = 240 kg de Fuerza

Estos números nos muestran que el sujeto B, por tener su tendón de bíceps solamente medio centímetro más cerca del codo, tiene que realizar un 20% más de fuerza que el sujeto A para la misma carga. Esto habilita al levantador A a tener un mayor potencial para la fuerza en ese movimiento concreto si todos los demás factores se mantienen iguales.

Comentarios Finales

Aunque la genética se utiliza muchísimo como excusa para justificar la vagancia y rendimientos mediocres, lo cierto es que es altamente improbable que dos individuos que realicen el mismo programa de fuerza acaben teniendo el mismo nivel de fuerza y músculo (Nota: Por suerte en Mas Fuerte Que el Hierro tenemos programas de entrenamiento para casi todos los gustos :) )

Así pues el realizar las rutinas del campeón culturista de moda no significa que vayas a obtener el mismo nivel de músculo, ni tampoco vas a obtener el mismo nivel de fuerza realizando la rutina de un campeón de powerlifting.

No se puede cambiar la genética que se nos ha dado. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya esperanza para hacerse más grande y fuerte. Siempre podemos mejorar con respecto a nuestro yo actual, simplemente, seamos realistas e inteligentes acerca de qué modelos nos ponemos como meta.

Basado en el artículo «4 Genetic Factors That Determine Your Success«, resumen y arreglos por Manuel Bento Falcón «Maokoto».