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Práctica más frecuente para un mejor aprendizaje motor
Cuanto más frecuentemente practiques un movimiento, más eficiente se vuelve el cuerpo a la hora de realizarlo.
La fuerza es una habilidad, como cualquier otra habilidad motora. Cuando quieres mejorar en alguna habilidad motora, la practicas a todas horas. Ningún jugador de baloncesto mejora su tiro en suspensión pasando la mayoría del tiempo en la sala de pesas, y luego haciendo tiros una o dos veces por semana. Seguro que su coordinación mejora un poco haciendo eso, pero mejoraría mucho más rápido si realizase tiros todos los días.
Ese es el principio del que estamos hablando aquí. Y lo que es más, no se trata solamente de que cualquier tipo de práctica mejore una habilidad, sino que, más bien lo que la mejora es una práctica específica. Tal y como un jugador de baloncesto no practicaría lanzando un balón de volley o una bola de bolos para mejorar sus tiros con una pelota de baloncesto, la práctica más específica para mejorar a la hora de mover pesos grandes es levantar pesos grandes.
Ahora bien, la posición que sostenemos aquí (y esto puede ofender a algunos puristas del Método búlgaro) no es que una práctica más frecuente lleve necesariamente a una adquisición de habilidades motoras superior como objetivo final, sino que más bien acelera la obtención de habilidades motoras. La mayoría de los grandes powerlifters a través del tiempo entrenaban cada levantamiento solamente una o dos veces por semana. No creo que nadie mire a Ed Coan o a Kirk Karwoski y diga que no hayan dominado completamente la habilidad motora de la sentadilla. Sin embargo, practicar con más frecuencia los movimientos puede disminuir el tiempo que se necesita para dominar verdaderamente una habilidad motora, reduciéndolo de años a semanas o meses. Esto es lo que creo que estamos viendo en los estudios de Häkkinen y Hartman – una mejora en la activación muscular en un periodo de tiempo relativamente corto.
Otra ventaja de la práctica que se obtiene en un programa inspirado en el Método búlgaro, es que se tiene más práctica de calidad. Conforme un entrenamiento progresa, en cada serie, se acumula más y más fatiga. El patrón motor se va haciendo ligeramente menos acentuado. A menos que tengas periodos de descanso realmente largos, se produce un ligero cambio en el sistema de energía utilizado (aunque esto se aplica más a series con repeticiones más altas). En cada entrenamiento existe una cantidad finita de «práctica perfecta» que puedes realizar. El entrenar con más frecuencia, aumenta esas oportunidades; no solamente para fijar un patrón de movimiento, sino para fijarlo bajo condiciones neurológicas, estructurales y mecánicas ideales, con una mínima acumulación de la fatiga que producen las series precedentes.
Traducido de el «Bulgarian Manual» por Greg Nuckols y Omar Isuf