Si es posible salvar vidas hasta los 85 años por qué no hemos de ser capaces de desarrollar nuestro espíritu de sacrificio, mirar en nuestro interior y demostrarnos a nosotros mismos que todo puede ser posible.

¿Y si cambiáramos nuestra forma de enfrentarnos al problema, aumentáramos nuestra capacidad de sacrificio, nos guiáramos no por nuestras sensaciones, sino por el razonamiento y un plan preestablecido y fuéramos capaces de sacrificar una parte “esencial” de nuestro día a día en pos de unas metas que de entrada nos parecerían superfluas, innecesarias y por lo demás fuera de alcance?

No es sino de esta manera que adaptándonos a nuestra forma de vida diaria impuesta por una sociedad que nos obliga a exprimirnos al máximo día a día, sumando a ello las necesidades obligadas por nuestras razones familiares y de relación que dejamos a un lado una posibilidad, la que tenemos todos de avanzar hasta conseguir una meta determinada, adaptada a nuestra realidad, pero no por ello imposible de conseguir.

Se plantea la siguiente cuestión a partir de un artículo reciente publicado por en esta página, y suscribo y experimento todo lo que a continuación paso a relatar.

¿Es tarde para empezar?

Considerando lo qué es tarde como una medida relativizada por la visión del observador, tarde puede ser comenzar a los 25 años cuando el observador tiene 14, o bien empezar, como es mi caso a los 44 años cuando el observador tiene 25 años.

¿O es tarde empezar a los 50 cuando el observador tiene 35?

Nada podemos hacer ante el inexorable paso del tiempo y el descontar de las primaveras pero sí podemos hacer algo por recuperar el tiempo perdido, acceder a unas metas que pensábamos que nos estaban vetadas, y comprobar de motu propio que aunque cuesta, aunque duele, aunque se sufre, es posible.

Cuento esto desde la visión particular mirando 2 años atrás, que es el tiempo que llevo entrenando “en serio” teniendo en cuenta que no soy más que un mero aficionado y que el término “en serio” significa constancia, no buscar una meta deportiva o un evento donde triunfar sino más bien al contrario, intentar mantener un continuo en mi vida que haga posible que pueda seguir.

Inexorablemente tengo una edad, más o menos bien llevada, gracias a Dios sin enfermedades en mi devenir, y con un inicio hace 2 años desde el 0 absoluto hasta conseguir unas metas para mí insospechadas: 160 kg en sentadilla, 90 kg en press banca y 190 kg en peso muerto en dos años de entrenamiento con 84 kg actuales de peso y 1.78 de altura, y una vida dislocada hasta la fecha, con malos momentos, falta de sueño perpetuo, estress en cantidades industriales, etc, etc, etc.

Y no, no soy un superhombre ni nada por el estilo. Tampoco soy un portento genético y tengo una edad que hace que el Urólogo se empiece a enfundar los guantes, pero he tenido la gran suerte de perseverar, de no flaquear, de apoyarme en personas que desconocía, que me han guiado, me han corregido, influenciado, ayudado, animado y dirigido y que he tenido la suerte de conocer virtualmente en esta página y su foro.

Y he seguido sus dictámenes al pie de la letra: he comenzado como todos, con acondicionamiento, he vigilado mi dieta para no propasarme, he adaptado los programas que me han ido ofreciendo y he intentado superarlos y todo ello ha sido vigilado y seguido por gente generosa como la que hago mención.

He sufrido, duele, cuesta, pero se consigue. Es un afán de superación, de no fallarte a ti ni a los que te rodean y te aconsejan, no deja de ser una alquimia especial la que hace que esto que se hace, merezca la pena, que sea parte de tu día a día, que busques el momento para hacerlo y lo hagas.

No hay excusas para empezar, y la edad no es una de ellas.

Sólo hay que poner fe en lo que se hace, perseverar, dejarte aconsejar y actuar con conciencia de lo que haces y practicas, con la madurez que los años te han dado, aplicarla a lo que vas a hacer … sabes qué es un sacrificio y lo realizas porque obtienes un resultado positivo.

No busco una mejora considerable o una quimera irrealizable, pero he conseguido en 2 años no sólo una mejora física y mental increíble, he aprendido conceptos y términos que desconocía completamente y me he maravillado ante los desafíos que leo y veo. No me he comparado con nadie pero atisbo miradas de asombro cuando realizo un levantamiento pesado para un “abuelo de 46 años”

No hay excusas.

Sólo hazlo.

culturista-mayor


Esta foto no es del autor del artículo (Surgeon), sino de una persona algo mayor.

¿Y cómo se hace?

La pregunta sin respuesta o la pregunta con respuestas múltiples.

¿Cómo lo he hecho yo?

El ejemplo hecho realidad o la mayor de las absurdeces para un lector que con mirada crítica y vacía se permita enarbolar la enseña de la locura transitoria de la crisis de los cuarenta como la causa de mi perdición.

Pues como todo el mundo sabe, el sacrificio es una parte del todo, y lo demás es más sacrifico.

He buscado un horario adecuado a mis necesidades y obligaciones, normalmente a partir de las 8 y media de la noche, tiempo en el que al menos todo puede quedarse en orden y dedicarse a uno mismo. Podría bien haberlo invertido en sesiones fructíferas de sillón y cerveza antes de cenar pero considerando lo expuesto no parece que era lo más lógico.

Fines de semana por la mañana temprano, cuando abren el gimnasio, menos agobio y la cuestión queda hecha para el resto del día, en resumen, que hay tiempo de dónde sacar si se sabe sacar y hay interés en lo mismo.

Pero ¿cómo se empieza?

Pues como en todo hay una razón poderosa que en mi caso eres verme encerrado en un cuerpo escombro y pasar los días y las horas, mal humor perpetuo y actitudes tóxicas que conducen a un basta ya, es hora de ponerse firmes y empezar.

Y comencé, como cualquiera, con temor y esperanza a partes iguales, sin una meta clara excepto parecerte a Arnold en sus mejores tiempos, cuestión que ya de entrada digo que es prácticamente imposible, pero adquirir metas factibles: algo de fuerza, algo de resistencia, menos barriga, mayores brazos, hombros acordes…

Llegada un 3 de marzo de hace 2 años y primer contacto: mirada esquiva y despreciativa del monitor tipo armario empotrado que te recibe con pocas ganas y ninguna alegría. Te da una hoja y te simula de mala gana unos ejercicios en unas máquinas de aspecto rocambolesco… miras a tu alrededor y la Edad Media de los participantes es la de la que pudiera tener tus hijos, te miran con desgana y altanería y te subes a la cinta para calentar mientras observas con detenimiento cómo manejan las máquinas desconocidas…

Sigues cosechando éxitos en esos primeros días: has terminado tu primera sesión y sigues vivo aunque las agujetas no te dejan ni respirar, pero qué le vamos a hacer, esto debe ser así, y si no lo es, seguro que más fácil tampoco…

Y vuelves y sigues, un día, otro, al principio 3 veces por semana y te preguntas si no estás haciendo el tonto con lo a gusto que se está en casa a esa hora, pero algo en tu interior te dice que has de seguir, quizá es ese cuerpo amorfo que el espejo empieza a modificar pues la congestión tras la sesión te hace parecer un Conan de medio pelo, pero no es eso, es un afán de conseguir algo por ti y para ti, otra vez más en la vida.

Y continuas y terminas un mes y curiosamente notas los primeros cambios, te cansas menos, te encuentras anímicamente mejor, duermes mejor, miras a la vida con otros ojos, estás orgulloso de ti mismo porque has conseguido superar un mes…

Y mantienes la esperanza y vuelves otro mes más, vuelta a la misma rutina que te han dado… Te sientes más seguro y afianzado a las técnicas y a las máquinas que te han mostrado, te planteas que como es lógico si me pego más paliza mejores resultados y más inmediatos tendré, cuestión que obviamente es así pero dosificada, cosa que desconoces.

Comienzas a interesarte por el tema y buscas información et voilà, aparece el lugar donde los que escriben parece que saben de lo que hablan y lo que es mejor aún, no se parece en nada a lo que te dicen cómo autómatas el monitor del gimnasio: ¿ejercicios multiarticulares, peso muerto?, ¿sentadillas? ¿Remos?… Pero si hay máquinas a tutiplén ¿qué sentido tiene buscar un esfuerzo artesanal cuando la máquina me mueve el músculo que yo quiero …?

Y empiezas a entender el porqué de esos ejercicios tan «lesivos» como te indican en el gimnasio: son la base, las piedras del esfuerzo, los que te van a dar ese manejo y esa posibilidad real de crecer y los que te van a atrapar de principio a fin.

Entregas tu alma a ellos, lees y los memorizas, nombres propios de gente que luce cuerpos de infarto y que pueden ser tus abuelos, pero que por desgracia no ves hacer en el gimnasio.

Te conviertes en el bicho raro… haces sentadillas, Press banca con barra, peso muerto, remos, Press militar…

Eso es muy lesivo te dicen…

Eso es lo que decís, piensas….

Actúas con calma, cabeza y responsabilidad. No has de demostrar nada a nadie, sólo a ti, y comienzas.

Una rutina de tres días con dos días más de bicicletas fue mi comienzo, una A/B MFQH, eso me permitió labrar patrones de movimiento y ejercicios que posteriormente he potenciado hasta limites insospechados para mí.

3 meses con ella y seguidamente una rutina torso pierna como las que hay en la página: muy buen resultado durante 4 meses. Mis niveles de fuerza y mi composición corporal ha sido mejorada sustancialmente. Recupero más y aguanto más y es el momento de dar un salto hacia adelante.

Decido especializarme en básicos y para ello utilizó la rutina 20F del foro, obra de un maestro: mis sentadillas empiezan a subir.

Y alcanzo un rm de 120 kg al finalizar el programa que combinó con una rutina PPL del foro.

Madre mía, 120 kilazos y hace 10 meses no podía ni con mi alma…

Mantengo las espectativas. Como a demanda, descanso a demanda, no me preocupa la dieta, pero quito lo superfluo, alcohol, azúcares en demasía, como más verduras y frutas y bebo cantidades ingentes de leche.

Resultado, consigo superar esos números, y me atrevo a mejorar el peso muerto: a los 9 meses de comenzar mi rm es de 100 kg en el ejercicio, y todo es gracias a practicarlo a una frecuencia 2 todas las semanas, pero decido mejorarlo y acudo a las rutinas McM y STS del foro: resultado después de 8 semanas: mi rm ha subido a 160 kg

Las ganancias del novato son reales a pesar de la edad….

Y continúo y realizó durante 5 meses una rutina EFM que motiva y te pone a prueba…y mejoro mis básicos de manera sorprendente después de casi dos años: una sentadilla a 160 kg, un peso muerto a 190 kg y un press banca a 90 kg amén de hacer 20 dominadas, etc, etc,etc…

Todo un logro para alguien como yo, un sujeto normal y corriente que decidió en un momento de su vida hacer eso que todos queremos hacer en algún momento: darnos otra oportunidad.

Pero no todo es fácil, supone sacrificio, mentalidad luchadora, dolores, tiempo…

Pero el resultado merece la pena y lo que es mejor, puedes seguir, sólo hay que ser generoso y escuchar a tu cuerpo, mentalizarte y concentrarte, porque el éxito, bajo esas premisas, lo tienes asegurado.

Compartir los momentos en forma de diario es la otra pieza fundamental: corrige, compara, ayuda, motiva y relaciona con maestros como los de estos página.

Y estimula, te da una foto de ti mismo en un momento particular y te permite comprobar la mejora y sobretodo te permite escribir tu propia historia.

Sé tú, y no tus circunstancias…

Escrito por Surgeon