Cuando el tipo medio de 30-40 años decide ponerse en forma, la primera cosa en que piensa es en el millar de excusas acerca de por qué no puede hacerlo.

¿Cómo puedo mantener mi dieta al tiempo que sigo con mi vida social? ¿Se supone que ya nunca pueda salir y volver a beber?

¿Qué se supone que tengo que hacer en los cumpleaños y vacaciones? No puedo decirle a mi hija simplemente que no cuando cocina un pastel para la familia. La destrozaría.

Mi familia no sigue mi estilo de vida, así que estoy condenado al fracaso, así que ¿para qué empezar siquiera?

Simplemente no me gusta la comida sana y los vegetales son aburridos. No puedo hacerlo.

Trucos, estas excusas son solo trucos que tu mente juega contigo, que intentan buscar la comodidad a corto plazo a costa del éxito a largo plazo. Algunos nunca tendrán la capacidad de progresar porque rehúsan considerar la posibilidad de hacer cambios.

excusas

Pero ese no eres tu. Claramente tienes el deseo de transformarte, porque si no, no estarías leyendo esto. Así que, con eso en mente, la próxima vez que tu mente cree cualquier excusa, ya sabrás lo que debes decirle.

Excusa 1: No voy a intentar someterme a una dieta porque tengo que ir a celebraciones y eventos sociales donde comeré o beberé.

Respuesta: En este mundo existen miles de hombres fuertes y sin grasa que toman algunas bebidas y se comen algunos postres y siguen esforzándose una y otra vez.

¿Por qué no puedes ser uno de ellos? La única persona que dice que tienes que tener la vida de un ermitaño del fitness eres tú. Nadie te está pidiendo que le digas a tu hija que sus brownies no se alinean con tu deseo de tener un six pack. Y nadie te está diciendo que no puedes consumir alcohol hasta que mueras.

Eso no es realista, y todo lo que hace es darte excusas para que te mantengas justo donde estás. Sabes que el cambio es incómodo y las excusas son fáciles, pero ¿Es ese el tipo de hombre (o mujer) que eres?

Excusa 2: Me encanta comer. Mejor me como esta pizza, disfruto de un día libre, y comienzo de nuevo mañana

Respuesta: Los resultados son producto de las elecciones

Si quieres sentarte ahí y decir: «Me encanta comer» nunca llegarás a tener los resultados porque no estás aceptando el hecho de que:

1) A todo el mundo le encanta. Incluso a la gente que está muy en forma.

2) En realidad no es un impedimento. Nadie te está forzando a tomar 5 bebidas, 3 postres, o hartarte de patatas asadas y de las sobras de pasta de tu hija cuando vas a cenar.

Eres tú el que toma esas decisiones. Estás eligiendo satisfacer el ansia de «me encanta comer» a expensas del «quiero estar musculoso».

Eres tú el que te estás diciendo que tienes que ser perfecto, y que todo lo demás no tiene valor.

Hay que centrarse en tomar buenas decisiones, no decisiones perfectas. Tomar un trozo de pastel no es malo, ni tomar una bebida. Cuando haces eso no estás «arruinando la dieta». Simplemente comiste algo de pastel y bebiste algo de alcohol.

Hay mucha gente que se obsesiona con ser perfecta, y que, cuando no puede, simplemente tiran todo sentido de disciplina por la borda.

Pero ese no eres tu.

Tú resistes las tentaciones, no te justificas por ser glotón. Ves el cuadro completo y entiendes el proceso de buscar el éxito a largo plazo. Para ti no existe el «estar dentro» o el «estar fuera» tienes un compromiso de por vida, no algo que haces 5 días por semana. Tomarás decisiones que te lleven más cerca o más lejos de quien quieres ser, algunas buenas, algunas peores, pero cuantas más decisiones buenas tomes, más resultados verás.

Excusa 3: No me gustan los vegetales, así que comer sano va a ser muy triste y no voy a poder hacerlo

Respuesta: Vamos, eres un adulto. Existen formas de cocinar para que sepan mejor.

Y nadie dice: «¿Sabes lo que estaría bien? ¡Un cuenco de brócoli!», pero se lo comen, porque saben que es bueno para ellos.

Y tú también lo harás. Nadie dijo que fuese fácil, pero se puede hacer si quitas las excusas de tu mente y ere honesto contigo mismo.

Horacio dijo: «Controla tu mente o ella te controlará a ti».


Extraído de un artículo en http://jasonferruggia.com/an-open-letter-to-your-excuses/