Bueno, yo más bien creo que pienso lo contrario. Si dejas de lado a Dios, vas a tardar mucho más en descubrir lo mismo...y si es que lo descubres. Aunque tu hablas de religión, no de Dios. Si entendemos como religión tradiciones y demás cosas...pues estoy de acuerdo contigo.Jos83 wrote:
No no para nada. Me refiero a estudiosos y eruditos serios no a los cantamañanas que salen en Xplora o sitios asi.
De hecho el mejor estudio sobre la Biblia como documento histórico que leí estaba escrito por un equipo de rabinos y obispos a finales de los 90, Los mismos que siguen dándole a los manuscritos del mar muerto. Ademas de contar con mejores documentos (los archivos Vaticanos por ejemplo, el sueño de cualquier historiador y arqueólogo) creo que tienen un mejor predisposición mental a la hora de trabajar este tipo de temas.
En el trabajo de historiador/arqueólogo la religión o la política han de dejarse a un lado si quieres hacer bien tu trabajo.
P.D. Otra vez a enterrar a compañeros de la mina.... hay que joderse...
Ojo que yo no estaba diciendo en mi primer comentario que se deba dejar la ciencia y la investigación de lado, sino que al final, va a acabar confirmando las Escrituras, si de verdad se busca investigar con sinceridad, y no tratando simplemente de demostrar que no hay Dios o que la Biblia no es cierto.
Sobre si el relato de los textos sagrados es alegórico o literal, hay debate. Y ambos bandos tienen buenos eruditos y estudiosos, y bien serios.
Te he juzgado mal al insinuar que decías que los serios son todos no creyentes, y me disculpo por ello, porque de hecho hay creyentes que piensan que el relato es alegórico, y hasta los hay que intentan armonizar la evolución y las Escrituras, pero también hay estudiosos muy serios (John McArthur, por ejemplo, que no es historiador propiamente dicho pero escarba bastante en la historia en algunos de sus sermones) que creen en la literalidad de Adán en adelante.
A lo mejor la ciencia acaba desmintiendo tal literalidad, y en ese caso habría que revisar las interpretaciones de los textos. Pero que a día de hoy todavía es defendible su literalidad, y que de hecho algunos (serios) la defienden, desde luego.
Un abrazo.