Por John Berardi

La pregunta que me hacen con más frecuencia es ¿a qué «campo de nutrición» perteneces? ¿eres paleo? ¿vegano? ¿carbos bajos? ¿de ayuno intermitente?

En este artículo explicaré por qué estas no son las preguntas correctas, ofreceré una pregunta nueva, y revelaré que tipo de «experto en nutrición» soy en realidad.

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Hae unas semanas hice una corta gira en los medios cuando estaba en Toronto. Aparecí en 3 cadenas de televisión distintas y hablé con 13 periodistas en el mismo día.

Para alguien que en lo natural es introvertido como yo, fue extenuante. Sin embargo, me encanta hablar de nutrición y fitness y siempre me ilusiona poder ayudar a la gente a que tome el camino correcto.

Aunque las preguntas tocaban temas como la salud, la pérdida de peso o la nutrición deportiva, me repitieron varias veces una pregunta. Querían saber a que «campo nutricional» pertenecía.

O dicho de otra forma ¿cuál es la «mejor dieta» que la gente puede seguir?

Después de haberme preguntado lo mismo varias veces en el mismo día, comencé a sentirme irritado. No con los periodistas, sino conmigo mismo, porque después de años de la misma cuestión aún no había sido capaz de elaborar una respuesta corta.

Simplemente no encajo en ningún «campo dietético». Y eso confunde mucho a la gente, ya que al cerebro humano le encanta categorizar las cosas fácilmente. Si pudiese ayudar a la gente a encasillarme en el casillero nutricional correcto lo haría, pero simplemente no puedo.

Y este es el por qué: No creo que exista una dieta que sea la absolutamente, positivamente, sin ninguna duda, única opción para que la siga la gente siempre y para siempre.

En los últimos 5 años mi equipo y yo hemos entrenado más de 20.000 clientes en 100 países en nuestros programas de pérdida de peso y ganancia de músculo. Así que te puedes imaginar la diversidad.

Tipo Corporal: Algunos clientes son altos y delgados, otros bajos y gruesos.

Preferencias y exclusiones dietéticas: Algunos comen montones de carne cada día. Otros ni siquiera comen carne.

Presupuesto: Algunos tienen un presupuesto increíblemente bajo, y otros tienen recursos ilimitados.

Orgánico / Convencional: Algunos sólo comen comida empaquetada. Otros sólo comida orgánica, natural o integral.

Conocimientos Nutricionales: Algunos son devotos seguidores de una cierta práctica dietética. Otros no tienen apenas conocimientos de nutrición.

Tiempo: Algunos tienen mucho tiempo libre para dedicar a un proyecto de salud y puesta en forma, otros tienen poco.

Creo que la idea se entiende. No hay forma de que se pueda ayudar a todos estos tipos de personas a mejorar su plan de comidas si fuesemos militantes de un sólo paradigma nutricional.

You get the picture.

There’s simply no way we’d be able to help all those folks make incremental improvements in their eating if we were militant about a single nutrition paradigm.

¿Imaginas indicaciones cómo estas?

«Ya se que tienes un presupuesto muy reducido para comprar comida. Pero si vendes tu coche, o quizás a uno de tus hijos, te podrás permitir el comprar los alimentos orgánicos e integrales que recomendamos en nuestro programa. Esa es la única forma de que estés saludable y en forma»

o

«No estás solo en cuanto a los carbohidratos. A todos nos gustan. Pero para este programa hay que eliminarlos. Lo que funcionan son los carbos bajos y punto. La insulina es el enemigo. Así que adios a la pasta, las patatas, el arroz y el azúcar…»

o

«Claro, entiendo las obligaciones morales y éticas que sientes. Pero aquí comemos alimentos animales y así es como lo hacemos. Necesitas proteínas y grasas. Así es como comían nuestros antepasados. Así que asúmelo, pon una chuleta en la parrilla, y ¡que empiece la fiesta!»

Aunque estas respuestas son un poco extremas, no están lejos de lo que escucho cada día en el gimnasio o leo en el Facebook. Y es una pena porque los mejores entrenadores no trabajan con una única filosofía nutricional. Si alguna idea particular (como el Paleo o el Vegetarianismo) funciona para tí personalmente, estupendo. Deberías alegrarte de haber encontrado algo que te ayudó con tus objetivos.

Pero sugerir que porque funcionó para tí, en un punto de tu vida y bajo unas circuntancias particulares, ahora todo el mundo debe seguir el mismo plan, no es algo que sea simplemente narcisista. Es la antítesis de un buen entrenamiento.

Fisiológicamante, el cuerpo humano puede adaptarse a muchas condiciones nutricionales diferentes, y esto se demuestra claramente al examinar las dietas tradicionales de distintas tribus y grupos étnicos a través de todo el mundo.

Por ejemplo, los Inuit del Ártico y los Masai Africanos comen dietas tradicionales muy ricas en grasas y productos animales con muy pocos vegetales. Sin embargo los Kitavanos en el Pacífico Sur comen dietas bajas en grasas pero altas en vegetales y carbohidratos almidonados, y los Tokelau cerca de Nueva Zelanda comen dietas muy altas en grasas saturadas.

Las diferencias entre estas dietas son disparatadas, sin embargo todas estos pueblos son gente relativamente saludable con indices mínimos de enfermedades cardivasculares, infartos, diabetes, obesidad inflamatoria etc. Esto es posible porque el cuerpo humano se adapta asombrosamente a multitud de condiciones dietéticas.

Es posible estar saludable y en forma comiendo carne en su mayoría o vegetales en su mayoría, grasas principalmente o carbohidratos principalmente, comiendo muchas veces al día o unas pocas veces al día.

Lo cual quiere decir que, como entrenador nutricional, no tengo por qué pertenecer a un campo nutricional específico en absoluto. Cuando trabajas con seres humanos de verdad, has de ser un agnóstico nutricional, abierto a evaluar cualquier cosa que pueda funcionar, deseoso de probar nuevos métodos, incluso si parecen contradecir las prácticas o creencias actuales. Además has de tener la humildad para reconocer los errores que cometas de vez en cuando, incluso si te gusta llevar la razón.

¿Cómo Pueden Funcionar Tantas Dietas Diferentes?

Mi respuesta es: En realidad no son tan diferentes como se podría pensar. Los programas nutricionales efectivos tienen más similitudes que diferencias (Sí, incluso el Paleo y las dietas basadas en plantas.) Siempre que se lleven acabo de forma adecuada, tanto las dietas Paleo, como las basadas en plantas, como las altas en carbos, como las bajas en carbos, como el comer muchas comidas pequeñas con frecuencia, como el comer comidas más grandes con poca frecuencia, cumplirán lo siguiente:

1. Elevar la atención que le prestamos a lo que comemos.

Se que todo el mundo quiere hablar de la comida en sí misma – las proteínas, carbohidratos y grasas. Qué es de lo que hay que comer más y qué es lo que hay que evitar. Sin embargo la investigación actual está demostrando que el hecho de simplemente prestar una mayor atención a lo que se come es un factor clave a la hora de perder grasa, adelgazar y mejorar la salud.

Mientras que tu atención esté entrenada para evitar carbos, o comer más vegetales, o buscar comer orgánico, o evitar comidas animales, o evitar todo lo «no paleo» te está haciendo bien, porque aquello en lo que estás enfocando la atención puede no importar tanto como simplemente preocuparse más de lo que estás comiendo.

Uno de los clientes de John Berardi, más contento que unas pascuas

Uno de los clientes de John Berardi, más contento que unas pascuas

2. Centrarse en la calidad de la comida.

Los defensores del Paleo y los bajos carbohidratos nos dirigirán a comer más natural, comida de animales criados orgánicamente que tengan un mayor índice de proteína, grasa, y que esé mínimamente procesada. Los Veganos y defensores de los carbohidratos altos quieren que comas comidas más naturales, más plantas, que todo sea rico en fibras, antioxidantes, y esté también mínimamente procesado.

¿Reconoces la parte común? De hecho hay muy pocas filosofías nutricionales que recomienden comer comida más procesada, o con más químicos. Casi todos recomiendan comer integral, comidas poco procesadas y ricas en nutrientes. Y eso puede ser uno de los puntos más importantes, sin tener en cuenta la distribución de proteína, carbos y grasas.

3. Ayudar a eliminar las deficiencias de nutrientes

Una dieta del tipo que sea, diseñada adecuadamente, procura eliminar la mayoría de las deficiencias de nutrientes comunes (agua, ciertas vitaminas y minerales, proteínas y ácidos grasos esenciales). Esto es algo de suprema importancia porque normalmente nos sentimos mal y tenemos un rendimiento bajo cuando tenemos deficiencia de nutrientes importantes, pero al pasar unas semanas corrigiendo esas deficiencias, nos sentimos rejuvenecidos.

4. Ayudar a controlar el apetito y la ingesta de comida

Cuando se tiene más en cuenta lo que se come, eligiendo comida de más calidad, y eliminando deficiencias de nutrientes, acabamos casi siempre comiendo una cantidad menor de alimentos. Nos sentimos más satisfechos, perdemos grasa, ganamos músculo, y rendimos más.

Para esto no necesitamos contar calorías. Centrarse en ser conscientes de la comida y su calidad normalmente es suficiente para que la gente ajuste su propio apetito, lo cual significa control calórico sin realizar molestos cálculos. Esto también es más sostenible, ya que el contar calorías tiene una vida corta. Nadie lo hace para siempre.

4. Promover el ejercicio regular.

Cuando la gente comienza a prestar atención a lo que comen, normalmente también comienzan a pensar en realidad actividad física. De hecho, muchos de los distintos tipos de dieta recomiendan el ejercicio regular. Cuando cualquier persona se ejercita con regularidad, mezclando actividades de alta y baja intensidad, aumenta espectacularmente su habilidad para convertir lo que come (sea lo que sea) en tejido funcional en lugar de en grasa.

Por eso…elegir un tipo de dieta único no tiene sentido.

La mejor dieta «universal» no existe

No hay una dieta que sea la mejor sin duda para todos. Los humanos pueden vivir bien bajo todo tipo de condiciones dietéticas y soy feliz si puede ayudar a alguien a encontrar cuál es la mejor diea para él, sin importar sus preferencias.

Esto es una enorme ventaja para mis clientes: se ponen en forma haciendo más cosas que le gustan. Y también para mí: puedo ayudar a más gente.

Las dietas populares suelen tener mucho en común

La mayoría de las dietas populares cuando se siguen con atención, cuidado, y algo de seguimiento, ayudan a controlar el apetito, mejoran la calidad de lo que se comen, animan a ejercitarse y elevan la conciencia nutricional.

Los entrenadores nunca deberían bloquearse con una filosofía única

En los últimos 5 años, nuestro equipo ha ayudado a 20.000 clientes a perder más de 130.000 kg de grasa y a desarrollar una nueva relación con la comida. Y lo hemos hecho sin forzar una filosofía dietética especial. Los vegetarianos pueden seguirlo siendo, y los paleos también. Todos han tenido éxito.

Si quieres ayudar a alguien a adelgazar, no hace falta que lo fuerces a una forma de comer particular.

Enseñar a la gente a tener hábitos es mejor que enseñarla a tener dietas

Los hábitos nutricionales a largo plazo son más efectivos que los planes de dietas y las «reglas». Así que la mejor dieta que se puede seguir es la que sea mejor para tí. Puedo ayudar a alguien a que siga una dieta Paleo, y también una vegana, con más o menos carbos, o con presupuesto limitado. O a comer orgánico.

Pero lo que me gusta es hacer seguir lo que llamo «nutrición de precisión» (precision nutrition). Escuchar lo que quieres lograr, saber como vives y qué es lo importante para tí. Luego crear la estrategia nutricional adecuada conforme a tus objetivos y estilo de vida. Porque en eso consiste supervisar un plan nutricional.

Los gurús de las dietas están en el juego para llamar la atención, tomar la escena y salir en la TV. Por eso intentan forzar a la gente a seguir reglas nutricionales estrictas y muchas veces innecesarias -por eso demonizan algunas comidas y endiosan a otras. Desde luego eso va bien para vender libros, pero ya sabemos cómo acaba todo cuando la gente real intenta seguir esas reglas en la vida real.

Los mejores consejeros nutricionales, por el contrario, son responsables y rinden cuentas a sus clientes. Se les paga por obtener resultados. Por eso a la hora de diseñar la dieta hay que tener cuenta cosas como:

  • La familia
  • Las demandas de la vida
  • El nivel de estrés
  • Situación laboral
  • Nivel de ingresos
  • Clima
  • Contaminación del ambiente
  • Disponibilidad de la comida
  • Experiencia en la cocina y conocimientos culinarios
  • Tiempo disponible
  • Actividad física, etc.

Desde luego no es algo tan claro como «evita la carne» o «come como un cavernícola», pero cree que es lo único cuerdo y racional, además de ser lo único que funciona a la larga.

Artículo por John Berardi, extraído, resumido y traducido de http://www.precisionnutrition.com/best-diet